Según el texto ingresado el 8 de julio de 2025, el basural alcanza una altura estimada de dos metros y ocupa una porción significativa de la vía pública, constituyéndose en un foco de contaminación ambiental, visual y sanitaria.

El proyecto destaca que la presencia de residuos sólidos urbanos en zonas no habilitadas infringe normas de higiene urbana y representa un riesgo para la salud pública, al convertirse en posible criadero de roedores, insectos y otros vectores transmisores de enfermedades.

Además, se señala que esta situación afecta la calidad de vida de los vecinos, quienes han reclamado en reiteradas ocasiones su erradicación y denuncian falta de controles y sanciones hacia quienes arrojan residuos en el lugar.

El bloque impulsor solicita al Departamento Ejecutivo Municipal, a través del área que corresponda, que disponga la remoción integral del microbasural y lleve a cabo tareas de saneamiento. También se requiere la implementación de medidas preventivas como cartelería, sanciones a infractores y cámaras de vigilancia, para evitar la reincidencia del problema.