La medida que toma repercusiones en este 24 de mayo, había sido anunciada en el mes de febrero.

El comunicado oficial de aquel día:

La Oficina del Presidente informa que el Presidente Javier Milei ha tomado la decisión de retirar a la República Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La OMS fue creada en 1948 para coordinar la respuesta ante emergencias sanitarias globales, pero falló en su mayor prueba de fuego: promovió cuarentenas eternas sin sustento científico cuando le tocó combatir la pandemia de COVID-19.

Las cuarentenas provocaron una de las mayores catástrofes económicas de la historia mundial y, acorde al estatuto de Roma de 1998, el modelo de cuarentena podría catalogarse como un delito de lesa humanidad. En nuestro país, la OMS respaldó a un gobierno que dejó a los niños fuera de la escuela, a cientos de miles de trabajadores sin ingresos, llevó a comercios y PyMEs a la quiebra, y aún así nos costó 130.000 vidas.

Hoy la evidencia indica que las recetas de la OMS no funcionan porque son el resultado de la influencia política, no basadas en la ciencia. Además ha confirmado su inflexibilidad para cambiar su enfoque y, lejos de admitir errores, elige continuar asumiendo competencias que no le corresponden y limitando la soberanía de los países.

Urge repensar desde la comunidad internacional para qué existen organismos supranacionales, financiados por todos, que no cumplen con los objetivos para los que fueron creados, se dedican a hacer politica internacional y pretenden imponerse por encima de los países miembro.

En una decisión histórica para el país, el gobierno de Javier Milei oficializó la salida de la Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La carta de renuncia fue enviada el 25 de febrero pasado por el canciller Gerardo Werthein y fue comunicada este miércoles por la sede central del organismo a los Estados miembros. La Asamblea Mundial de la Salud, que sesiona en Ginebra, evaluará el sábado si acepta el pedido, ya que el tratado constitutivo del organismo no contempla de forma explícita la posibilidad de renuncia.

Según la nota oficial elevada por la Cancillería, la Argentina sostiene que «la OMS ha fracasado al promover políticas como las cuarentenas eternas que limitan la soberanía y se imponen por encima de los países». Esta misma postura fue ratificada en un comunicado posterior donde se denuncia la existencia de «restricciones incompatibles con los intereses nacionales». La decisión, sin embargo, generó preocupación entre expertos en salud pública y diplomáticos, debido a las implicancias sanitarias, políticas y jurídicas que tendría concretar el retiro.

Desde el gobierno libertario argumentan que la pertenencia al organismo es una amenaza a la autonomía nacional, alineando así su posición con la del presidente estadounidense, Donald Trump, quien también había solicitado retirarse de la OMS durante su primer mandato. Sin embargo, especialistas advierten que, a diferencia de Estados Unidos, «Argentina no hizo ninguna reserva al momento de adherir al tratado», lo cual complica su salida sin intervención del Congreso Nacional. De hecho, la propia ley 13.211 del 30 de junio de 1948, que ratificó la constitución de la OMS, fue sancionada por el Parlamento.

Con información de El Intransigente